En la obscuridad de la noche
te imagino conmigo,
bajo mi sabana ardiente
en mi cuarto vacio.
Siento el roce de tus labios
y el suspirar de tu aliento,
escucho palabras dulces
que recorren mi cuerpo.
En un mismo latido
tu cadera y mi cintura
bailan juntas en vaiven
como olas en tormento
Tus manos calidas y humedas
sobre cada poro de mi cuerpo
me transportan al vacio
y de nuevo vuelta aqui,
y de pronto estoy, pero sin ti...