¿Qué es identidad? ¿Quién soy? ¿Quiénes somos? ¿En qué momento lo supimos? ¿Cuándo nos perdimos?
La identidad es ser alguien, tener un nombre, un apellido, un sujeto definido, es darnos a conocer, sobresalir, crecer, relacionarnos, socializar, encontrar pareja, formar nuevas ideas, eso... para mi es Identidad.
Es esforzarse noche y día, luchar en agonías para ser reconocida, es creer que cada una de las metas es la más importante y que al cruzarla llegará la felicidad; sin embargo vamos observando que la vida es un camino donde día tras día es una meta y entonces todo se vuelve rutina, todo cambia y comenzamos a sentirnos cansados, agotados de luchar, de reír y hasta de llorar, comenzamos a darnos cuenta que no percibimos igual las cosas, que nos da igual todo lo que ocurre alrededor, que el camino es oscuro y lo que creímos cierto, fuerte y único... no lo es.
Nos damos cuenta que las relaciones concluyen, las escuelas se acaban, los amigos se van, las familias se rompen, los juegos terminan y aquellos a quienes queremos van desapareciendo, dejándonos solos.
El camino de la vida es duro y cada uno de nosotros es conocido por un "nombre" un conjunto de letras que por si solas no son nada, pero que unidas significan todo para nosotros, significan sentimientos, orgullos, rencores, anhelos, deseos, recuerdos; un nombre que nos da personalidad y cualidades que nos representan.
¿Y si de pronto no fuera yo? ¿Y si el nombre que llevo no es mío? ¿Si no soy quien pienso? ¿Qué me quedaría?
Si todo de pronto cambiará no me quedaría nada, pues todo lo que por años cimentamos ya no esta, todo por lo que luchamos cada vez que despertarnos, para formar un carácter y una personalidad se las lleva el nombre que creemos nos representa; queda un vacio, una soledad inmensa, un robo de identidad, una perdida... nosotros mismos.
Ya no es pelear por algo o contra alguien, todo se convierte en un encontrarte contigo mismo que no sabes como comenzar y Dios tan solo dice "ten paciencia".
Mientras no me conozco, no se quien soy... y sigo aquí... sin conocerme, en busca de la identidad que perdí al despertar.
Muchas veces hemos escuchado frases así, que “si tenemos el amor frente a nosotros no lo dejemos escapar” pero ¿cómo saber si es el nuestro o no? La verdad es que no es nada sencillo describirlo y no tenemos opción de saberlo, pero como dice otra frase “hay que besar muchos sapos antes de encontrar al príncipe azul” ¿Cómo pretendemos encontrarlo si no nos arriesgamos a besarlos?.
Este articulo fue inspirado gracias a alguien muy cercano a mi, a quien quiero mucho y a quien a través de este escrito tengo la oportunidad de decirle arriésgate, no sabemos que vas a vivir, lo cierto es que si no arriesgas no ganas, si te caes créeme, estaré ahí para ayudarte a levantar y si no, date cuenta de todo lo que puedes obtener.
Quiero que tengas la oportunidad de vivir una relación de sueño, pero esto no puede ser cierto si tu no permites a alguien cruzar la puerta, si las cierras antes de tocar, antes de intentar, es sano crear un escudo y con él ir dejando que alguien entre y vivas con él momentos que pueden llegar a ser incomparables, caricias que pueden levantarte y quitarte el sueño, llamadas o miradas que pueden hacer que tu día brille y vibre en cada horizonte, o bien, una sonrisa, un detalle, una palabra de amor que te permita mirar el ocaso y darte cuenta que no se acaba el día, sino, que comienza la noche y que cada terminar de algo, es un comienzo de cosas nuevas.
Hoy solo quiero exclamar mi necesidad de hacer participe el sentimiento, de crear esa duda, esa cosquilla dentro de tu corazón, de hacer que tiemble y palpite tan rápido con la sola idea, con la cual mañana puedas despertar en la cabeza y provoque en ti ese sonrojo que te caracteriza cuando el nervio es el sentimiento que inunda todo tu ser.
Sabes que te conozco, sabes todo lo que puedo ver, solo por ello te pido no cierres la puerta, no te apartes, no te escondas, simplemente date la oportunidad de vivir, mereces esa oportunidad y mereces a una buena persona.
