¡Hoy, mis ojos reclaman!
el ocaso del día en el lucero de tus labios
la dulce voz murmurante con que la mañana despertaba
y las horas que lentamente entre tus brazos acababan.
Hoy, mis ojos reclaman
un corazón marchito que agonizó en el camino,
la ubérrima soledad de ilusiones fatigadas
consumiendo, el amor que profesaba.
Hoy mis ojos reclaman
esa fuerza esas palabras
que tan alto me pusieron
y olvidé ...que no volaba.
Hoy mis ojos me reclaman
recordando el tormento del caer
desdeñando al corazón,
tan tuyo, contigo, con nada...
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